Hacer realidad los sueños permite que la vida valga la pena. El sueño de estudiar en una facultad importante, hacer un curso tan esperado, es lo que hace vibrar el corazón. O tal vez casarte con la persona que tanto amas y construir juntos una familia.

También, un sueño puede ser el deseo de dejar un legado a las nuevas generaciones. Tiene mucho que ver con la visión futura de un objetivo que se desea alcanzar. A través de nuestros sueños, Dios nos dio la capacidad de imaginar. Somos transportados hacia el futuro, para divisar lo que podemos llegar a ser, con las bendiciones de Dios.